martes, 14 de junio de 2016

UNA LECCIÓN PARA LOS HABITANTES EN MEDIOS RURALES

No obstante, uno de los mayores obstáculos afrontados por el proyecto fue enseñar a los aldeanos esta sencilla tecnología. Abba ideó una campaña educativa adaptada a la vida en la aldea y a la población analfabeta, con una representación grabada en vídeo por actores locales que exageraba los beneficios de la nevera del desierto. 

Abba empezó a mostrar el vídeo en los pueblos usando una pantalla improvisada de tela y un proyector y generador portátiles. “El atardecer es mejor,” comenta, “ya que es cuando los agricultores regresan a casa y están dispuestos a ver una presentación amena.” Gracias al “muy oportuno” Premio Rolex, Aba ha podido distribuir neveras de vasijas en 11 estados del norte de Nigeria, y además su expansión se proyecta en otros países como Camerún, Níger, Chad y la República Democrática del Congo.

En 2002, con el consentimiento de Abba, Soluciones Prácticas-ITDG (Grupo de Desarrollo de Tecnología Intermedia) y la Universidad de Al-Fashir llevaron a cabo experimentos en Sudán para evaluar el rendimiento de la nevera de vasijas para la conservación de comida. Los excelentes resultados llevaron a la Asociación de Mujeres para la Fabricación de Cerámica de Darfur a producir sus propias neveras de vasijas, llamadas zeer en árabe. 

Desde principios de 2005, Abba ha distribuido un total de 91.795 neveras de vasijas. “Mi vida ha cambiado enormemente desde que recibí el Premio Rolex,” dice. Además el futuro es optimista. Se ha solicitado ayuda al laureado nigeriano para introducir y adaptar su artilugio de enfriamiento en Eritrea, donde se podrían preservar viales de insulina para los pacientes diabéticos en las remotas áreas rurales, India, Haití y Honduras.

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