USAR UNA FÍSICA SENCILLA PARA AYUDAR A LOS POBRES DE
NIGERIA
El arte de la alfarería está fuertemente arraigado en la cultura
africana. En el norte de Nigeria, las vasijas de barro se han usado desde
tiempos remotos como cazuelas, botijos, ataúdes, armarios y huchas. Hoy en día,
estas vasijas de arcilla casi han desaparecido, siendo reemplazadas por
recipientes de aluminio y por métodos más modernos de enterrar a los muertos,
almacenar ropa y guardar dinero.
Nacido en 1964 en una familia de alfareros y criado en el norte
rural, Mohammed Bah Abba estuvo familiarizado desde temprana edad con los usos
tanto prácticos como simbólicos de las vasijas de arcilla tradicionales y aprendió
desde niño los rudimentos de la cerámica. Después de estudiar biología, química y geología en el colegio,
resolvió el rompecabezas técnico que lo llevó años después a desarrollar el
“sistema de conservación/refrigeración con vasijas”.
Fue elegido Laureado de Rolex en 2000 por su ingeniosa técnica que
no requiere de suplemento de energía externa para preservar la fruta, verdura
y otros alimentos perecederos en climas
cálidos y áridos. Este sistema de refrigeración, una especie de “nevera del
desierto”, ayuda a los agricultores con su subsistencia reduciendo el deterioro
y desaprovechamiento de comida, y así
incrementar sus ingresos y limitar los riesgos de salud derivados de la comida
en mal estado. Abba dice que lo desarrolló “para ayudar a los pobres campesinos
de una manera rentable, participativa y sostenible”.
La nevera de vasijas consiste en dos vasijas de barro de
diferentes diámetros, una dentro de la otra. El espacio entre ambas se rellena
con arena mojada que se mantiene siempre húmeda, de modo que se mantienen
también húmedas ambas vasijas. Frutas, verduras, y otros artículos como
refrescos se meten en la vasija interior, la cual se cubre con un paño empapado.
La nevera de vasijas consiste en dos vasijas de barro de
diferentes diámetros, una dentro de la otra. El espacio entre ambas se rellena
con arena mojada que se mantiene siempre húmeda, de modo que se mantienen
también húmedas ambas vasijas. Frutas, verduras, y otros artículos como
refrescos someten en la vasija interior, la cual se cubre con un paño empapado.
El fenómeno ocurrido se basa en un sencillo principio físico: el agua contenida
en la arena entre las dos vasijas se evapora hacia la superficie exterior de la
vasija más grande, donde circula el aire exterior seco. Debido a las leyes de
la termodinámica, el proceso de evaporación provoca un descenso de la
temperatura de varios grados, enfriando el recipiente interno, destruyendo
microorganismos dañinos y conservando en su interior los alimentos perecederos.

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